jueves, 6 de diciembre de 2012

Luna interminable...

Ante la presencia de su energía y su luz que proyecta el misterio de un universo en plena armonía como prueba insoslayable para los hombres... puedo comprender con precisión y sencillez que todo lleva fases.. que todo inicia y todo termina... que todo es un ciclo inexplicable de momentos cualitativos pero no cuantitativos, que todo lleva esencia irrepetible, pero que existe la disciplina, el orden, la gracia de la tierra que gira con gran precisión en su tiempo y en su espacio...
 
Y en medio de todo este cosmos... habita el deseo de palpar por lo menos por un instante una partícula de su grandioso equilibrio, respetando su dirección y fuerza y que de forma conjunta en movimiento decidido y firme... pueda presenciar con gran aceptación la gracia de su existencia.
 
Es retomar un vuelo, es hacer un alto, es caminar lento para ir de prisa, es detenerse ante lo inevitable pero se recorre una sensación placentera al llevar el control de un tiempo caminante y sin descanso...
Es preparar reservas, quizás... retomar bríos... agitar las alas para volar... o para saber que por lo menos puedo volar...
Ante lo inadvertido... me lanzo a vuelos suspendidos en espumas y burbujas por doquier, se asciende lentamente hasta descender con gran ímpetu cayendo lágrimas sin saber porque...
 
En el centro de una gamma de direcciones... es emocionante partir... descubrir, conquistar y retomar los caminos... abrir nuevas ventanas a mundos desconocidos y prometedores que provocan un fracaso, una dicha o un consuelo... y que al final en el transcurrir de los siglos son estelas dibujadas en el cielo que hacen recordar a los seres humanos que existen luces que iluminan el espacio con gran claridad y luminosidad como prueba de lo trascendental que puede ser la vida humana en la tierra.
 
Y su luz irradia mística... provoca caprichosas olas con majestad impetuosa... retumbando en su espacio y logrando en mi ser la música celestial que invade mi estancia...
Es una conjunción inaccesible de sentimientos vagos, es comprender su descenso para ver nacer el sol que irradia cada día... es la humildad de la noche y la majestad de las estrellas...
 
Es mi respuesta... es mi predicción... es mi capricho... es mi fuerza valiente de inducir mis deseos más recónditos y que no puedo llegar a conocer profundamente... es la gracia de la noche que me quieta o que me hace viajar y moverme de lugar...
 
Es conocer mi incertidumbre o mi realidad... es conocer la consistencia de un sueño que logro hacerlo verdad... o sumergirme en el mar para valer más...
 
Angy Margonz / 31 Agosto 2001

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